terça-feira, 27 de março de 2007

Carta a Soares Feitosa

Luiz Paulo Santana

El nuevo e-mail ya está en la agenda. Aquí hace un díanublado, frío, indefinido. Releo "En el Cielo tieneProzac": la misma enorme dramatismo de "El Relato delCapitán". En este, la culminância de la fotoavassaladora, derruindo el propio arte; en aquel, elverso "Madre, en el cielo tiene pan?" concentrando ensí todo el significado de la tragedia humana. La mismainercia vagarosa del movimiento del mundo entre lainocencia y la crueldad. Releo con un sentimiento dederrota, yo pretenso reformador del mundo,racionalista, positivista inconfesso, incapaz decaptarlo en su inmensa complejidad. Ni el envejecer meda la santa sabiduría evocada en el poema, aquella enque la persona se pone como un humilde instrumento yno como un demiurgo de 100ª. categoría: "Se aplazan-le los minutos,al gesto del amor,sacrificios y devociones:éxtasis de Margarita,éxtasis de Madre Teresa,éxtasis del Cura D’Ars,éxtasis de la hermana Dulce;" Pues no será pura sabiduría esa dedicación sinpreguntas, esa fe gratuita? En que horizontesrecogerán tales santas y santos — canonizados o no —la fuerza de su humilde retidão? Como gustaría desaberlo, o mejor, de lo sentís. Tal vez pudierasuperar esa oscilación angustiosa: euforia por elideal de justicia, derrota por la injusticiaflagrante. Y culpa, culpa, culpa. Yo, neurótico,necesito recurrir a la vuestra palabra poética paradisculparme. Porque en ella encuentro un sentimientomayor del mundo. O a la palabra poética de MoacyrFélix: "Sabemos del anzuelo sólo lo que va hasta elfácil blanco y el facílimo rojo de su boiazinha desuperficie; lo que el plomo lleva al fondo, el mar, elpez, la vida del pez, nuestro antojo prendido a lasgiratorias muertes del pez, el secreto céntrico de lapesca, esto nunca sabemos, porque en el mar del Marnada sabemos hasta el fin: somos siempre el inicio,como la plaza es siempre el inicio de otra plaza, comola plaza que, cuando aislada, es sólo un temporalespacio de agua y sal, juego de químicas y retortas,sin ningún movimiento capaz de conectarnos a lahistoria del mar, a su principio y a su fin." De tarde en tarde la barra pesa, usted sabe. De ahíque leo el Salomão Souza con el suyo "Recorte sobre lapoesía brasileña contemporánea" y una vereda se abre.Fina percepción de un movimiento que trasciende elanálisis de una escuela o "igrejinha" y o/sucomparación con otras. Ni siquiera es críticaliteraria, (por un momento, sólo por un momentoresbala para un casi revanchismo al referir un"fundamentalismo" y mencionar la Alexei Bueno yEspinheira Filho) pero percepción fenomenológica. Nohay demérito para nadie. Con su mirada panorámica haceobservaciones interessantíssimas. Salomão Souza me levanta el astral a lo hacermepercibir que ese vacío en la boca del estómago escompartido. Pero, claro que es compartido, que essufrido por todos, sin excepción, pero nonecesariamente incautado, detectado y finalmenteexpreso, por todos. Sólo las "antenas" de lahumanidad, pensadores, poetas y escritores, por deberde oficio. Asimismo la percepción completa, analítica,es posterior. El hecho es que la literatura (de entreotras antenas) emite señales, y los emitió antes de laprimera gran guerra, y entre esta y la segunda, porejemplo. Pues Salomão Souza detecta — como una fuertetendencia, capaz de caracterizar una originalidadexpresiva — en el panorama de la poesía brasileñacontemporánea la compleja y paradoxal expresión delvacío. Compleja como se puede incautar de laelaboración de los versos de los poetas citados.Paradoxal, porque lejos de una poética destituida debrillo, de hecho, por el contrario. Refiriéndose la tal tendencia, escribió Salomão: "...me atrae en la actual poesía de post-vanguardia esalibertad de que no quisiera nada — ni engajamento, nibordado de un texto estructurado en una formadefinida, ni la estructura sólida de los objetos de lanaturaleza y de la cultura.". Otras característicasson señaladas, como agresividad, densidad, sonoridad,sugerencia, interioridade, condensación, corte, que noson en absoluto extrañas al mundo de la poesía, razónporque separé, a mi juicio, la instantaneidade, ladesconstrução de forma y contenido y la ausencia designificado explícito como vetores más importantes deesa tendencia la que se refiere Salomão. Los tresvetores apuntarían para un "vacío" semántico que máscorresponde la una sugerencia, la una pregunta, que launa propuesta, o la una respuesta, ya que estas,incluso por la ausencia cada vez más pronunciada de lo"yo" en el mundo real, dejaron de tener sentido en ese"mundo en añicos" "en que lo yo ya no ocupa la figurade centro". El viaje se interioriza. El metalenguajese hace presente no para explicar fórmulas, pero paracorroborar en la pregunta, o realzar la perplejidad: yahora, en que nos hacemos? La palabra perdió su sentido habitual. Perdió susujeto. Está muda, vacía. Está la espera de unaressignificação. O la sugiere en un nuevo sentido noexplícito, para nueva fruición. No cabe preguntar si esa tendencia y sus poetas tieneno no razón. El hecho, para mí, es que sus versosreflejan una concepción poética que parece "escapar"de la encrucijada en que se mete el mundo, entre elideal gasto, esfarrapado, y el real fragmentado yanômico, a pesar de las marcas del desasosiego. Comoacentúa Salomão, refiriéndose a los versos de IacyrAnderson Freitas, "Entonces, es una vasta busca y unavasta duda.". Mientras eso, Salomão fotografía el mundo con la misma"neutralidad" de los santos y santas en éxtasis: mira,tiene coraje, asesta tu rostro. Vea como es bello. Veacomo es odioso. Vea como reímos y como lloramos. Veacomo somos humildes y cuanto somos pretensiosos. Veacomo la saga humana ten que fantástico lo que tiene elArte. Vea como nuestra historia podrá en los salvar elSiglo Cien, de Ésquilo! Pero, a las veces, a las veces, la barra pesa. Cambiando de palo para cavaco, gustaría de,oportunamente, sustituir (o retirar) en mi página elpoema "Cuando planté en la lata", por incompleto,inacabado, insatisfactorio, más que los demás. No séporque acabó yendo con los otros. Cuando fueraposible. Y ya que hablé de "vacíos" y de metalenguaje,aquí va este que bien puede ser el sustituto de aquel. Desandar Boli, bloque, libros, cenicero,los objetos están aquí,están inertes en su posturade objetos en sí. Nada los reúne, nada los convocapara un cambio existencial.Delante de ellos estoy perplejomudo, deflexo, convencional. No hay perfumes, no hay naufragios,nada me toma ni me liberay los objetos reposan tácitos,todo es silencio, nada se altera. Cansado y roto recojo antenasme acostuesto a las penas de no dormir.Veo carneros, cuento a los centenares,todos a balarme. Grande, gran abrazo, LPSantana

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